Quizás a lo lejos aún sepa quien soy.
Quizás de pereza pensar en ello.
En lo que me he convertido y en lo que soy.
En las dos caras de la misma moneda.
Quizás tú creíste que solo había cruz,
cuando también existía cara.
Quizás apostaste en mal momento,
justo cuando a la moneda le dio por convertirse en cara.
Ni bronce ni oro.
Ni brillo ni signo de haberlo habido.
Demasiado valor para tan poca moneda.
O poca moneda para tanto valor.
Cruz o cara, cara o cruz.
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