lunes, 10 de septiembre de 2012

MARINA

Madrugada.
Ruido alrededor y gente.
Ganas de vaciarte el alma y no parar.
Ella no quería parar.
No paró.
Se esnifaba cada noche,
se bebía cada momento.
Vivirlo todo.
Vivirlo rápido.
Ella lo sabía.
Yo lo sabía.
La noche es mía me dijo.
Tuya, solo tuya la respondi.