jueves, 27 de noviembre de 2014

WILD

Miro a los focos.
No veo nada.
Desgasto mis suelas hasta el amanecer.
Respiro. 
Huele a sudor, a vodka, a sexo.
Escucho como algunas lenguas se enredan,
se entrelazan y se anudan para siempre.
Manos traviesas levantando faldas.
Miradas vacías que no dicen nada.
Y ahí estoy yo ajena a todo y a todos.
Abrazando a mi vaso más fuerte que
a cualquier amante.
Y es que me siento invencible.
Ahí. En el centro del tumulto.
Bailando mi canción favorita. 
Sacudiendo el pelo a cámara lenta.
Sintiendo todas las miradas.
En otra realidad paralela.

martes, 5 de agosto de 2014

CARA O CRUZ

Quizás a lo lejos aún sepa quien soy.
Quizás de pereza pensar en ello.
En lo que me he convertido y en lo que soy.
En las dos caras de la misma moneda.
Quizás tú creíste que solo había cruz,
cuando también existía cara.
Quizás apostaste en mal momento,
justo cuando a la moneda le dio por convertirse en cara.
Ni bronce ni oro.
Ni brillo ni signo de haberlo habido.
Demasiado valor para tan poca moneda.
O poca moneda para tanto valor.
Cruz o cara, cara o cruz.

domingo, 11 de mayo de 2014

37 GRADOS

Me cansé de todo y luego vino la nada.
Nada sabía a lo mismo, aunque se acercaba.
Hielos fríos.
Vasos vacíos.
Ruido y más ruido.
Pitido en los oídos.
Pero me gusta.
No pensar.
Bailar hasta el amanecer.
Perder la conciencia.
Olvidar la rutina destructora.
Reír, besar con quien quiera, 
como quiera, donde quiera.
Ver el amanecer desde un tren fantasma.
Y así una y otra vez...
Hasta quemar el alma.
Hasta envenenar todo lo que hay dentro de mí y debe morir.
Porque las heridas con alcohol curan rápido, aunque escueza.


jueves, 3 de abril de 2014

DÍAS MALOS, DÍAS PEORES

Te echo de menos de todas las formas posible y por haber.
Tanto que a veces es insoportable.
Tanto que a veces no sé si puedo levantarme de la cama,
cuando los recuerdos me abofetean de todas las maneras posibles.
Te echo de menos, infínitamente.
Y sé que no es justo que te lo diga, y aunque te lo dijese daría igual.
Por eso lo escribo aquí, en mi lugar secreto.
Donde se quedará escondido para siempre.
Echo de menos tus quejas, nuestras conversaciones interminables,
echo de menos tus "cariño, no te rindas, tú puedes".
Tu risa, tu pelo.
Echo de menos el saber que te tenía ahí.
Todo y más lo echo de menos. Tanto que a veces es insoportable.
Tanto que a veces parece que me muero.
Y los recuerdos ocupan cada resquicio de mi mente...
Y al levantarme me golpean una y otra vez, hasta dejame K.O.
Mirando el techo... Y pensando, una y otra vez...
Todos los días me despierto anhelando que ese último mensaje sin leer sea tuyo.
Soy idiota, lo sé. Pero, ya sabes la esperanza es lo último que se pierde.
Una parte de mí sabe que se ha acabado, que no hay más.
La otra desea con todas sus fuerzas que me des señales de que
todavía sientes algo. Que no soy un recuerdo más.
Hay días que me levanto con el no puedo,
y el no puedo me acompaña hasta que me duermo.
Días malo y días peores. Últimamente no hay días buenos.
Las semanas eternas, los días imposibles.
Esquivando cualquier cosa que me recuerde a ti.
Odio el victimismo, odio el parecer la víctima de todo esto.
Por eso prefiero que se quede aquí, escondido.
Escondido de ti, de mi, del mundo.
Donde a nadie daré pena, ni siquiera nadie lo leerá.
He perdido lo más importante de mi vida y sé que no lo voy a recuperar.

sábado, 22 de marzo de 2014

EN RUINAS

Aquí en el sitio más lejano en el que me puedo encontrar.
Incluso aquí me llega tu olor.
El sabor de tu piel...
Lejos, muy lejos pero da igual.
Presente a cada paso que doy,
presente en cada esquina que doblo.
Presente en cada rincón de mi mundo.
Lejos, muy lejos.
Pero por mucho que quiera huir, no huyo.
Por mucho que quiera escuchar, no escucho.
Desvastador tu y desvastadora tu presencia.
Devastador todo el amor que te di.
Y ahora aquí estoy yo.
Lejos, muy lejos.
Vacía, muy vacía.
Saboreando los últimos momentos de felicidad que tuvimos.
Y hasta eso... Me amarga.